
El pasado 20 de septiembre de 2024, un grupo de 15 personas de nuestra parroquia de Sonseca, acompañados por los sacerdotes don Ignacio y don Luis, realizó una visita al Monasterio de Santa María del Sagrario, en Toledo, hogar de las Hermanas Oblatas. Este encuentro anual, que se ha convertido en una tradición, nos permite acercarnos a la vida de oración y contemplación de estas monjas de clausura, cuya misión en la Iglesia está centrada en la santificación de los sacerdotes y aspirantes al sacerdocio. Su carisma, recibido del Espíritu Santo, responde a las palabras de Jesucristo en su oración sacerdotal: «Padre, por ellos ruego y por ellos me inmolo, para que sean santificados en la verdad. Pero no ruego sólo por ellos, sino por cuantos crean por la palabra de ellos, para que todos sean uno».
A nuestra llegada, nos recibieron la madre Adoración y la hermana Rosa María, originaria de Sonseca. Durante las presentaciones, cada uno de los miembros del grupo compartió cómo colabora en las actividades de la parroquia. La hermana Rosa María aprovechó para contarnos sobre su vocación, recordando sus primeros pasos hacia la vida religiosa, en los tiempos en que don Justo era el sacerdote de nuestra parroquia en Sonseca.
Proceso de beatificación de don Martín
Uno de los temas de nuestra conversación fue el proceso de beatificación de don Martín. Durante la visita, tuvimos la oportunidad de hablar sobre los avances del proceso de beatificación, así como sobre la biografía que ha escrito don Miguel Ángel Dionisio, con el título «El santo de la bicicleta».
La conversación también derivó hacia la hermana María Remedios, una Carmelita Descalza cuyo proceso para ser llevada a los altares está en marcha. Actualmente, se está recopilando documentación y testimonios para apoyar su causa.
La capilla de adoración perpetua
Durante nuestra visita, otro de los temas que surgió fue la capilla de adoración perpetua que se ha abierto en Sonseca. Las Hermanas Oblatas, llenas de alegría, nos contaron lo importante que es este espacio de oración continua. Nos dijeron que la capilla es un verdadero regalo para la vida espiritual de nuestro pueblo. Y es verdad. Muchos de nosotros encontramos en la capilla un refugio para la oración y la posibilidad de estar en contacto directo con el Santísimo Sacramento, día y noche.
La vida en el convento: oración y sacrificio
Finalmente, las Hermanas Oblatas compartieron con nosotros detalles sobre su vida diaria en el convento. Nos hablaron sobre su día a día, centrado en la oración, el trabajo y el sacrificio. Su testimonio de fe nos recordó la importancia del sacrificio y la oración como pilares fundamentales de la vida cristiana.
Al final de la jornada, regresamos a Sonseca con el corazón lleno de gratitud por haber compartido este tiempo con las Hermanas Oblatas, sabiendo que su vida de clausura y oración nos acompaña siempre.
Texro: Ana María
Fotos: Salva Peces de S.