Como desde hace ya 35 años, el 30 de abril de 2023, 4º domingo de Pascua, celebramos la Misa del Hermanamiento entre las parroquias de Sonseca y Beterou.
El Grupo Parroquial Misionero “Kinasibu” (Amigos de verdad en lengua bariba) lo preparamos con esfuerzo e ilusión, contando con el párroco, el coro de los niños y la coral de Karibu (Centro de Acogida de Africanos en Madrid).
Durante esta semana los niños y niñas de pre y postcomunión, con sus catequistas participaron en una catequesis misionera. Les contamos que hace muchos años una misionera de Sonseca, Isabel Rodríguez Martín marchó a Benin (África occidental) para hablar de Jesús a la gente que aún no le conocía y convivir con ellos. A Don José Manzano, párroco de entonces, le pareció bonito que una parroquia consolidada como la nuestra participara en la construcción y prestara ayuda a la parroquia de Beterou que comenzaba.
Vieron vídeos de los niños de Beterou: cómo van al colegio, a la catequesis, juegan, ayudan a sus padres en el mercado, cuidando vacas o yendo por agua. Se daban cuenta de las diferencias tan grandes de la vida de estos niños y la suya. Hicieron preguntas sobre las cosas que les asombraban: por qué van descalzos, por qué trabajan, por qué no van al colegio,… Pero para “querer” hace falta “conocer” y estos niños y sus catequistas abrían los ojos a una vida real que no tendría que ser mala si no les faltaran cosas tan básicas como el agua, escuelas , medicinas,…
El domingo en misa de niños, con la iglesia llena, celebramos la Eucaristía en comunión con nuestros hermanos de Beterou. Presidió la celebración el padre Saturnino Pasero de la SMA que ha trabajado 37 en Benin y Don Eduardo, sacerdote de la parroquia.
En la homilía, domingo del Buen Pastor, nos decía que “TODOS los hombres somos del rebaño de Jesús”. Pedimos por los niños, jóvenes y familias de Beterou sabiendo que ellos también nos recuerdan.
El ambiente africano en esta Eucaristía estuvo presente en cada momento. La presentación de la Palabra, la procesión de las ofrendas, el Padrenuestro en bariba que rezó el padre Sátur y, sobre todo, las canciones de los dos coros (de niños y africanos) hicieron que diéramos palmas y bailáramos casi todos como en una auténtica celebración africana.
Después, como hemos hecho siempre en esta fiesta, preparamos la paella que cada año esperan los africanos que nos acompañan. En la sobremesa nos sentimos felices escuchando sus canciones, bailando con ellos y viéndolos felices disfrutando de una jornada en la que olvidan sus muchas preocupaciones de emigrantes, lejos de sus familias y países.
La recaudación de todas las misas del fin de semana sirve como ayuda para financiar alguno de nuestros proyectos que pueden conocer en la hoja informativa que se ha colocado en el cancel de la iglesia.
Texto: Grupo Misionero Kinasibu
Fotos: Salva Peces de S.
