
El convento fue fundado por Ana de Jesús, una de las hijas predilectas de Santa Teresa en 1595.
Fue bombardeado en la Guerra Civil, quedando intacta la estructura de la iglesia y destruyéndose el resto con gran riqueza de cerámica talaverana de la que se conservan contados azulejos. Se reconstruyó pasada la contienda. Cuentan con un huerto.
Las moradoras son 21 carmelitas, entre ellas, una postulante, dos novicias y dos profesas temporales. Hay varias croatas y la recientemente nombrada madre superiora es nacida en Polonia.
Pero el objetivo de nuestro viaje era charlar un rato con nuestra paisana María Paz del Sagrario de la Santísima Trinidad, contarle anécdotas de nuestra parroquia y agradecerle sus oraciones.
Este año por ser el año de San José, instaurado por el Papa Francisco, y su templo estar dedicado al esposo de María, se tiene el privilegio de ganar, visitándolo, la indulgencia plenaria.
Las formas para consagrar que se usan en las Misas de la parroquia de Sonseca, como en otras muchas parroquias, las fabrican en el convento como medio de subsistencia.
Últimamente, han comenzado a realizar artesanalmente unas sandalitas de carmelita para ampliar su fuente de recursos.
Y recuerda, como dicen las Carmelitas:
‘Hermano, una de dos
o no hablar o hablar de Dios
que en la casa de Teresa
esta norma de profesa’.