
El pasado sábado 21 de diciembre de 2024, la parroquia de Sonseca fue escenario de una charla que combinó formación, catequesis y evangelización. Olga Domínguez, comisaria de la exposición internacional ExpoCarlo: los milagros eucarísticos por el mundo, presentó esta extraordinaria muestra que recoge los milagros eucarísticos documentados a lo largo de la historia. La exposición, creada por el beato Carlo Acutis, se ha convertido en un recurso evangelizador de gran impacto, llevando su mensaje a todo el mundo. Pero para comprender la magnitud de este proyecto, es necesario conocer más sobre Carlo Acutis, el joven conocido como el ciberapóstol de la Eucaristía.
El beato Carlo Acutis, un joven de fe excepcional
Carlo Acutis nació el 3 de mayo de 1991 en Londres, Reino Unido, en el seno de una familia italiana que residía temporalmente en la ciudad por razones laborales. Poco después, la familia se trasladó a Milán, donde Carlo creció y recibió los sacramentos. A los siete años, recibió su Primera Comunión, y a los doce años fue confirmado. A pesar de su corta vida, marcada por su diagnóstico de leucemia fulminante en octubre de 2006, Carlo vivió con un sentido de entrega y devoción. Falleció el 12 de octubre de ese año, dejando un testimonio de santidad que continúa inspirando a jóvenes y adultos por igual.
El Papa Francisco lo describió como un santo de la puerta de al lado, alguien que vivió la santidad en lo cotidiano. Carlo afirmaba que su proyecto de vida era «estar siempre unido a Jesús», y expresaba su felicidad al morir, diciendo: «He vivido mi vida sin desperdiciar un minuto en cosas que no agradan a Dios». Su cuerpo descansa en Asís, un lugar que amaba profundamente y donde fue beatificado el 10 de octubre de 2020.
Un apóstol digital al servicio de la Eucaristía
Desde temprana edad, Carlo demostró un fervor especial por la Eucaristía. Participaba diariamente en la Santa Misa, dedicaba largas horas a la adoración del Santísimo y se refería a este sacramento como su «autopista hacia el cielo«. Convencido de la presencia real de Jesucristo en la Eucaristía, se propuso acercar este misterio a otros. Con habilidades notables en informática, Carlo creó una página web para documentar y difundir los milagros eucarísticos reconocidos por la Iglesia Católica. Este esfuerzo fue el germen de la exposición internacional que ahora lleva su nombre.
La labor de Carlo no se limitó al ámbito digital. También dedicó su tiempo a ayudar a los necesitados, utilizando los recursos económicos que recibía de su familia para socorrer a los más desfavorecidos. En su funeral, asistieron muchas personas que habían sido impactadas por su generosidad y testimonio de vida, tanto en el entorno digital como en su comunidad.
La exposición de los milagros eucarísticos en Sonseca
La charla ofrecida por Olga Domínguez en Sonseca no solo destacó la vida del beato Carlo Acutis, sino que también presentó los milagros eucarísticos como signos tangibles del amor de Dios. La exposición ExpoCarlo reúne relatos documentados de estos milagros alrededor del mundo, ofreciendo a los fieles una oportunidad para reflexionar sobre la centralidad de la Eucaristía en la vida cristiana.
Domínguez explicó cómo Carlo recopiló estos testimonios con la intención de fortalecer la fe de quienes dudan o buscan razones para creer. La exposición, estructurada para ser accesible a todos los públicos, combina elementos históricos, teológicos y espirituales. Cada milagro narrado en la muestra se convierte en una invitación a reconocer la presencia viva de Cristo en el sacramento eucarístico.
Los asistentes a la charla tuvieron la oportunidad de explorar algunos de estos relatos, como el milagro de Lanciano en Italia, o el más reciente de Sokolka en Polonia. Estos eventos, cuidadosamente estudiados por la Iglesia, muestran cómo la fe y la ciencia pueden converger para revelar realidades sobrenaturales.
Un ejemplo para la juventud de hoy
La figura de Carlo Acutis resalta por su capacidad de inspirar a las nuevas generaciones. A pesar de vivir en un mundo marcado por la tecnología y el individualismo, Carlo encontró en Cristo una fuente inagotable de alegría. Su frase, «la tristeza es dirigir la mirada hacia uno mismo; la felicidad es dirigir la mirada hacia Dios«, refleja su comprensión profunda de la fe.
Carlo también promovió la devoción a la Virgen María y al Santo Rosario, describiéndolo como «la escalera más corta para llegar al cielo». Para él, la oración no era una obligación, sino un camino hacia la intimidad con Dios. Sus compañeros de colegio lo recuerdan como un joven sociable y sencillo, cuyo testimonio mostraba que el Evangelio podía vivirse plenamente en la adolescencia.
Su vida breve, pero llena de significado, continúa siendo un faro para quienes buscan una relación más profunda con Dios. La parroquia de Sonseca, al acoger esta exposición y charla, se suma al esfuerzo por llevar el mensaje de Carlo a más personas, recordando que la santidad está al alcance de todos, en las circunstancias más ordinarias.
Texto: Marta