
QUÉ ES
El Consejo Económico Parroquial es un órgano consultivo que presta su ayuda al párroco en la administración de los bienes materiales de la parroquia.
Es una manera concreta de vivir la corresponsabilidad de los laicos en la obtención y gestión de los recursos económicos parroquiales.
MIEMBROS
El párroco es el presidente y sus miembros seis matrimonios cercanos a la parroquia, entre ellos se elige un ecónomo encargado del libro de cuentas, el presupuesto y la cuenta de gestión y un secretario que cada mes levanta acta de la reunión.
Los miembros son nombrados por el párroco para un período de cinco años y se renuevan por mitades para que los más veteranos vayan ayudando a los recién llegados en el desarrollo de las labores propias del cargo.
Los matrimonios que este año han entrado a formar parte de este órgano son: Alfonso y Raquel, Ángel y Olga y Rufino y Pepi. Los otros tres matrimonios (Inma y Vitín, Pepe y Juana y Juanita y Alfonso) continúan en su cargo hasta el año próximo, si Dios quiere.
TOMA DE POSESIÓN
Los matrimonios que forman parte del Consejo Económico toman posesión de su cargo el Domingo de Ramos, acompañando al párroco en la procesión y presentados ante la comunidad parroquial en la Misa mayor.
El Jueves Santo, los varones del Consejo Económico, junto con los presidentes de las Cofradías, reciben el gesto de servicio del párroco en el lavatorio de los pies. Nos cuentan que es un gesto que les impresiona profundamente y les anima a servir ellos también con su trabajo en este cargo.
ACTITUDES
Actitudes para desempeñar el nuevo cargo con eficacia y servir fielmente a la comunidad parroquial.
Humildad y abandono en Dios: Reconocer que el cargo conlleva una gran responsabilidad por tanto es necesario abandonarse en Dios, confiar en Él y estar dispuesto a aprender de los demás, así como a reconocer los propios errores.
Empatía y confidencialidad: Escuchar, comprender y guardar con discreción las necesidades y preocupaciones de los feligreses, mostrando empatía y compasión en todas las interacciones.
Servicio: Estar dispuesto a servir a los demás y trabajar en equipo con otros miembros del personal parroquial para el bienestar de la comunidad.
Oración: Mantener una vida de oración personal y comunitaria para recibir orientación y fortaleza espiritual en la toma de las decisiones que lleva el cargo.
Integridad: Actuar con integridad y honestidad en todas las situaciones, manteniendo los más altos estándares éticos y morales.
Comunicación: Fomentar una comunicación abierta y transparente para promover la colaboración y el entendimiento mutuo.
Creatividad: Buscar nuevas formas de involucrar y llegar a la comunidad, siendo receptivo a nuevas ideas y enfoques para la labor encomendada.
FONDOS
Los recursos económicos de la parroquia de Sonseca proceden de las colectas, las huchas del fondo de la Iglesia, el calendario, los estipendios por misas, bodas, bautizos, etc., la tómbola parroquial, la lotería de Navidad y los donativos.
Sonseca es una parroquia muy generosa que se financia por sí misma. Incluso cuando ha habido que pedir una colecta extraordinaria para alguna necesidad urgente o demasiado grande, los fieles de la parroquia han respondido con gran generosidad.
GASTOS – DESTINO DE LOS FONDOS
Las colectas imperadas se destinan íntegramente al fin para el que se recogen: Caritas, Domund, Iglesia diocesana, Seminario, Manos Unidas, etc.
Los recursos económicos van destinados a cubrir en primer lugar los gastos fijos de los inmuebles asociados a la parroquia, es decir: el templo parroquial, la ermita del Cristo, la ermita de la Virgen de la Salud, la ermita de Casalgordo y la de san Gregorio, los salones parroquiales y las viviendas de los sacerdotes. Estos gastos son los suministros de agua, luz, calefacción, los asociados a las celebraciones litúrgicas (velas, formas, vino, incienso) y al funcionamiento de la parroquia (productos de limpieza, material administrativo, fotocopias, etc.)
En segundo lugar se destina una buena parte al mantenimiento de los edificios cuando va siendo necesario: pintura, albañilería, humedades, goteras, tejados, etc.
También se destina parte de los fondos a ayudar a parroquias que lo solicitan por una necesidad concreta (este año ha sido la parroquia de Yepes), al hermanamiento con parroquias de misión (por ejemplo Beterú) y a colaborar con Caritas o Manos Unidas.
PROYECTOS
En estos últimos cuatro años se ha hecho una reforma integral de la ermita de Casalgordo debido a la amenaza de derrumbe de la techumbre a causa de la tormenta Filomena; se ha concluido el arreglo de los bancos del templo parroquial, se ha mejorado la climatización de la ermita de la Virgen de la Salud para invierno y verano, se han pintado, instalado iluminación más sostenible y de menor consumo y decorado los salones parroquiales.
En este año se está trabajando intensamente en la puesta en marcha, si Dios quiere, de una capilla de adoración perpetua. Y queda pendiente la puerta interior del templo parroquial, la pintura de algunas goteras y el arreglo de humedades en la iglesia, el arreglo del tejado de la casa parroquial y el arreglo del jardín de la parroquia.
TRANSPARENCIA
En aras de una transparencia total, el estado de cuentas es público. Cada tres meses se cuelga en los tablones de anuncios para que toda la comunidad pueda verlo de forma fácil.
Los libros de cuentas y las actas de las reuniones están a disposición de todo aquél que las requiera por cualquier motivo.
RETOS
A este equipo le tocó afrontar el reto de gestionar la falta de fondos durante el confinamiento y los meses posteriores de la pandemia por COVID.
Los gastos se redujeron, aunque todos sabemos que los mínimos de los suministros básicos había que seguir pagándolos.
Hubo que tomar medidas extraordinarias en cuanto a los aforos, la forma de hacer las colectas, la retransmisión de las celebraciones litúrgicas, en cuanto a la limpieza y desinfección de los lugares en los que se reunía gente, en cuanto a las actividades que se podrían hacer en las fiestas, etc.
Hubo que echar mano de la creatividad para seguir ingresando recursos económicos que permitieran acometer los retos y exigencias de la nueva situación. Fue cuando se pusieron las huchas al final de la iglesia o se empezó con la lotería de Navidad al no haberse podido hacer la tómbola de la feria.
Texto: Marta