
En un encuentro profundamente espiritual, un pequeño grupo de la parroquia de Sonseca, compuesto por familiares y amigos, así como el párroco, realizaron una visita al monasterio de las Oblatas de Cristo Sacerdote en Moncada, Valencia, los días 12 y 13 de febrero de 2024, para compartir momentos entrañables con la Hermana Paloma Rojas y agradecerle sus oraciones por todos los sonsecanos, especialmente por los sacerdotes.
La visita, que tuvo lugar el lunes por la tarde y el martes por la mañana, se convirtió en una ocasión única para el intercambio de experiencias, testimonios, anécdotas e impresiones, todos ellos profundamente arraigados en la fe. Los visitantes tuvieron la oportunidad de participar en el rezo de las vísperas junto con la comunidad religiosa y celebrar la Eucaristía.
Durante la homilía, el párroco de Sonseca expresó su profundo agradecimiento a las hermanas por su dedicación y entrega de vida en oración por los sacerdotes, enfatizando cómo su intercesión brinda consuelo y apoyo a aquellos que enfrentan dificultades, tentaciones o sufren injusticias. Resaltó la importancia vital de la vida contemplativa como recordatorio de que Dios debe ser lo primero en nuestras vidas, instándonos a centrar nuestra existencia en Él por encima de todo.
El encuentro sirvió también para reflexionar sobre cómo, en la búsqueda de descanso y paz, a menudo nos dirigimos hacia actividades que terminan por agobiarnos aún más, ignorando la invitación de Cristo a encontrar verdadero alivio en Él. Las palabras del evangelio, «estad atentos», resonaron como una llamada a vivir más conscientemente en presencia de Dios.
La visita reafirmó la importancia de orar por las vocaciones, no solo a la vida consagrada y al sacerdocio, sino también a la misión evangelizadora y a la formación de familias cristianas.
Nuestras paisanas y hermanas contemplativas suponen una experiencia espiritual para todos y la alegría y el fervor que transmiten renovaron en todos, parientes y amigos, el deseo de vivir fieles a la vocación de santidad, encontrando en la sencillez de cada día la verdadera esencia de su fe.
Texto: Marta. Foto: María Paz